jueves, 22 de febrero de 2007

El sabio de Hortaleza



Hortaleza, antiguo municipio independiente anexionado a Madrid en 1949, de tradición hortícola (de ahí su nombre) y ganadera. Su fundación se remonta muy probablemente al siglo XIII. De él, ya se tienen noticias en un escrito de 1361. Se cree que su origen proviene de familias madrileñas que lo utilizan para pasar el verano. Y así podríamos seguir, mil años dan para mucho.

Pues bien, ¿por qué es conocido hoy en día este enclave casi milenario? Pues porque hace muchos, muchos años, no mil pero casi, allí nació Luis Aragonés, entrenador de la selección española de futbol, conocido como el sabio de Hortaleza. No un sabio cualquiera, de los que sin duda debe poblar el bonito, o no tanto, barrio madrileño. No, no. EL SABIO, así en mayúsculas, sin cortarse.

Si semejante aseveración fuera cierta os imagináis cómo sería el segundo más sabio. Y el tercero. Y el más tonto del pueblo, teniendo en cuenta que hay censados 153.848 habitantes. Da miedo pensarlo. Más miedo que Christina Aguilera cantándote al oído. De cagarse vamos.
Que estamos hablando de Luis Aragonés. El Chimo Bayo del futbol español. Ahora dimito. Ahora no. Este partido me gusta y me lo como yo y tal y tal...

Es tremendo como un hecho o un elemento arquitectónico aislados pueden tirar por tierra mil años de historia. Ejemplos hay muchos. ¿Qué sabemos por ejemplo de Cuenca si exceptuamos sus casas colgantes? ¿Y de Pisa si omitimos su torre? ¿Y de Puerto Urraco? Una sola cosa y no tiene porque ser negativa, siempre y cuando no haya ninguna más, puede ser la imagen que el resto tengamos de un pueblo, de un país o de una persona.

En Barcelona, y a pesar de que Los Gaiteros tenemos un cariño especial por el Fórum de las Culturas, quizá el hecho más reconocible sean los Juegos Olímpicos del 92. Hace ya quince años. ¿Y desde entonces? Si no dejamos de mirarnos al ombligo y mirar un poco más allá con humildad pero también con ambición corremos el riesgo de ser conocidos tan sólo porque una vez tuvimos un gran evento deportivo, porque tenemos muchas tiendas para turistas y porque el club de fútbol que da nombre a la ciudad, como bien dijo unos de sus presidentes (el más bajito, que hablaba una rara mezcla de catalán, castellano y algo que debía ser esperanto y que siempre acababa llorando), se empeña en dar cobijo a los peores porteros del panorama futbolístico mundial, dedicados no sólo a no intentar parar las pelotas que nos chutan los equipos rivales sino en un alarde de generosidad sin límite a meter en propia puerta cualquier disparo por inocente que sea.

Si ya lo decía Di Stéfano a sus porteros:

-"No le pido que me pare todos los balones pero por favor, no me meta los que vayan fuera."

"Nunca caminaréis solos" no paran de cantar los seguidores del Liverpool a sus jugadores. Tranquilos, no os canséis. Guardad fuerzas. No estan solos. Victor Valdés está con ellos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

como vecino de hortaleza, guapo y sabio.
no he entendido nada de tu mensaje.
Te convido a que visites este pueblo obrero...

un saludo.