Una de las bondades que te brinda la paternidad es la de (re)descubrir películas de dibujos animados, a las cuales los gaiteros no habíamos sido nunca muy aficionados.
Compartir esos momentos con tus hijos, cantando y bailando, repitiendo una y otra vez sus escenas preferidas no es comparable a nada y hace que el día haya valido realmente la pena. Calmante y estimulante a la vez, no hay mejor narcótico. Ajeno a todo lo que te preocupa, tu hijo, tú y una melodía, convertidos en uno, armoniosa y alocadamente.
La última de estas joyas disfrutada al alimón ha sido El libro de la selva. Aprovechando el cuarenta aniversario de su estreno, Disney la ha editado en DVD, como no, por tiempo muy limitado.
Por si la fusión paterno-filial no fuera suficiente, sentadito en tu sofá, o dando botes por el salón, puedes disfrutar de Louis Prima, en una de sus interpretaciones más alocadas, en el papel del orangután Louie.
Prima de primate. ¿Hay quien de más?
Pues sí. Además de un final a lo Casablanca, con Bogart y Claude Rains, convertidos en el oso Baloo y la pantera Bagheera, iniciando una bella amistad, también aparece George Sanders como el tigre Shere Khan, villano de la función, taimado y sedoso.
Un George Sanders que si hubiera esperado hasta estos días para suicidarse en Castelldefels no hubiera podido ya que todavía, gentileza de nuestro transporte (no sólo) ferroviario no habría llegado. No hay mal que por bien no venga. Pero esa es otra historia y en este caso llega, como los trenes, con más de treinta años de retraso.
Suban pues el volumen de su ordenador y disfruten como solían, y sólo se puede hacer cuando eres pequeño.
-Vinga papa, aixeca...
-Voy...
Busca lo más vital no más,
lo que has de precisar no más,
nunca del trabajo hay que abusar
na na ni no ni no ni no ni no naaaaa
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